¿De dónde venimos?
¿Quiénes somos?
¿Adónde vamos?
¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?
(D'où venons nous? Que sommes nous? Où allons nous?) | ||
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Autor
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Paul Gauguin, 1897
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Técnica |
Óleo sobre lienzo
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Estilo |
Postimpresionismo
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Tamaño |
139,1 cm × 374,6 cm
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Localización |
Museo de Bellas Artes de Boston, Boston, Estados Unidos
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¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos? (en francés D'où venons nous? Que sommes nous? Où allons nous?) es un cuadro de Paul Gauguin hecho en diciembre de 1897 durante su segunda estancia en Tahití. Se conserva en el Museo de Bellas Artes de Boston.1 Se conoce por la referencia núm. 561 del catálogo de Wildenstein.
Las tres preguntas son las típicas que un tahitiano, curioso y
hospitalario, hace a un extraño que se encuentra por el camino: ¿quién
eres? ((o vai ´oe?), ¿De dónde vienes? (nohea roa mai ´oe?), ¿Dónde vas? (te haere ´oe hea?).
Seguramente a Gauguin le habían hecho a menudo estas tres preguntas,
que las transforma en la primera personal del plural y hace una alegoría
de la vida
Índice
Contexto
En 1897 Gauguin vivió sucesivamente en un estado de euforia y de
depresión. Se encontraba enfermo, sin dinero, decepcionado de los amigos
de París que no lo ayudaban y enfrentado con las autoridades
coloniales. En la primavera de 1897 recibió la noticia de la muerte de
su hija Aline, de diecinueve años, de quien tenía esperanzas con su
talento artístico. Su salud empeoró con una infección en los ojos y una
crisis cardíaca. Anunció una decisión drástica: si el próximo barco no
traía buenas noticias, de su marchante o de sus amigos, se suicidaría.
Antes, sin embargo, durante un mes pintó el gran cuadro que tenía
pensado. Tenía que ser la culminación de su vida artística y su legado.
Una vez acabado se subió a la montaña y se tomó una sobredosis de
arsénico que el médico le había recetado para el eccema. La dosis era
tan grande que la vomitó y sobrevivió. La curiosidad por ver las
reacciones de su cuadro le ayudó a recuperarse. De hecho, se vendió de
inmediato.
Descripción
La escena es un paisaje tropical lleno de mujeres y niños tahitianos,
cada uno de ellos en una actividad diferente y simbólica. A la derecha,
un bebé duerme en el suelo rodeado de tres chicas sentadas y un perro.
Al fondo, se encuentran dos personajes con túnica y abrazados, caminan
mientras hablan y una figura sentada en el suelo los mira en una
posición simiesca rascándose la cabeza. En el centro, una figura andrógina
coge una fruta. A sus pies, un niño come otra fruta rodeado de gatos y
una cabra. Al fondo en la izquierda hay una estatua oriental con los
brazos levantados con una mujer a su lado y un embrión humano en el
otro. Finalmente, a la izquierda, hay una mujer apoyada sobre su brazo,
una vieja sentada en posición fetal tapándose la cara, y un pájaro
blanco con una lagartija entre las patas.
Gauguin lo describe de esta forma:
Los dos ángulos superiores son amarillos [...] de forma que parece un fresco doblado de los cantos y fijado sobre una pared dorada. Abajo a la derecha hay un bebé dormido y tres mujeres en cuclillas. Dos figuras vestidas de púrpura se confían sus conversaciones. Una figura enorme agachada, realizada deliberadamente a pesar de la perspectiva, levanta el brazo y mira sorprendida a los dos personajes que osan hablar sobre su destino. En el centro, hay una figura que recoge una fruta, dos gatos cerca de un niño, y una cabra. El ídolo, con los dos brazos levantados misteriosamente y con ritmo, parece indicar el más allá. Una figura agachada parece escuchar al ídolo. Y, finalmente, una vieja cerca de la muerte parece aceptar, resignada, lo que está pensando, y cierra la leyenda [...] El conjunto de la escena se sitúa entre un arroyo y bajo los árboles, al fondo está el mar , y, más allá, las montañas de la isla vecina.3
La isla vecina es Moorea, visible desde el oeste de Tahití a pesar de
que proporcionalmente se muestra como si estuviera más cercana.
Simbolismo
Gauguin se muestra molesto por tener que explicar la idea del cuadro.
Dice que cuando un crítico no encuentra referentes históricos o
pictóricos no entiende nada, y que no tiene por qué abrir los ojos al
gran público.4
Pero en diferentes cartas da algunas interpretaciones. Escribe: «He
hecho una obra filosófica temáticamente similar al evangelio.»3 Curiosamente el cuadro representa a doce figuras humanas más un ídolo.
El cuadro es un escenario de la vida y la actividad humana, desde el nacimiento hasta la muerte, leído de derecha a izquierda.
¿De dónde venimos?
- «La fuente. El niño. La vida en común»4
Un bebé marca el primer límite de la escena, y al lado, unas chicas
jóvenes lo velan. Es la vida familiar o comunitaria, con perro doméstico
incluido, la esperanza y el sueño por la vida.
¿Quiénes somos?
- «Vida cotidiana. El hombre instintivo se pregunta a sí mismo qué significa todo esto»4
Es el mundo de los adultos, con sus temores y alegrías. Gauguin lo identifica con el jardín del Edén con una mujer cogiendo un fruto del árbol de la ciencia, símbolo del pecado de Eva.
A su izquierda dos personajes filosofan sobre la vida, mientras los
hombres se dejan llevar por la felicidad de vivir. A su derecha, un
ídolo muestra el aspecto espiritual y religioso.
- «Volviendo a mi cuadro grande, el ídolo no está puesto como una cita literaria, sino como una estatua [...] que representa lo indefinido y lo incomprensible ante el misterio de nuestros orígenes y de nuestro futuro."5
La estatua del ídolo no existe en Tahití y está inspirada en los
ídolos hindúes. Representa a Hina, la diosa de la Luna, considerada
exageradamente por Gauguin como una de las principales divinidades
tahitianas. Al igual que los constantes ciclos lunares, Hina es la diosa
responsable de la regeneración y el renacimiento. Los gatos
tradicionalmente se asocian con la luna.
¿Adónde vamos?
- «Junto la muerte de una vieja, un pájaro extraño y estúpido lleva todo a su final».4
Es la muerte pero también el renacimiento. La mujer tumbada y apoyada
con un brazo es Vairaumati, que Gauguin llama Eva tahitiana. Según la
leyenda, Vairaumati engendró el primero de los arioi, una sociedad privilegiada dedicada al amor y a la guerra, y luego fue divinizada.
La mujer vieja, representada previamente como «Eva bretona» que se
tapa los oídos para no escuchar la tentación del pecado, es una réplica
de una momia
peruana en posición fetal que fue expuesta en el Musée de Ethnologie du
Trocadéro de París, y que hoy se encuentra en el Musée de l'Homme. Se
puede interpretar tanto como la muerte, la eternidad o el ciclo de
nacimiento, muerte y reencarnación.6
- «A sus pies un extraño pájaro blanco, con una lagartija entre las garras, representa la inutilidad de las palabras vanas».3
Como en Tahití no hay serpientes, la lagartija representa el pecado original.
Publicado por: http://es.wikipedia.org/wiki/%C2%BFDe_d%C3%B3nde_venimos%3F_%C2%BFQui%C3%A9nes_somos%3F_%C2%BFAd%C3%B3nde_vamos%3F
Agradecimientos a Wikipedia